Actualmente, los antioxidantes están considerados como una de las sustancias más beneficiosas para la salud. ¿Pero sabemos realmente qué son y por qué debemos incluirlos en nuestra dieta?
¿Qué son los antioxidantes?
Los antioxidantes son moléculas que previenen la oxidación o el daño celular generado por unas sustancias tóxicas llamadas radicales libres. Hábitos como el tabaco, el consumo excesivo de alcohol, el ejercicio intenso, dormir poco, la contaminación, el estrés, el exceso de sol o una dieta desequilibrada, propician la formación de radicales libres, provocando el envejecimiento prematuro y la aparición de enfermedades degenerativas.
Aquí es donde entran en juego los antioxidantes, encargados de atrapar los radicales libres que provocan la destrucción de las células.
La falta de antioxidantes puede ocasionar:
- Envejecimiento prematuro.
- Problemas en el sistema nervioso: disminuye el impulso nervioso, los reflejos, la memoria y el aprendizaje.
- Problemas en el sistema cardiovascular, pudiendo provocar arteriosclerosis.
Beneficios de los antioxidantes.
Desde la Clínica Doctora García, la Doctora Raquel nos explica que los antioxidantes, además de cuidar de la salud de nuestras células y prevenirnos de algunas enfermedades, tienen también otros beneficios para nuestra salud:
VITAMINA C
Acción iluminadora y despigmentante
1.- Previene nuevas manchas.
2.- Corrige y difumina imperfecciones.
3.- Elimina las manchas existentes de forma gradual.
Existe en varias concentraciones y no todas son igual de eficaces. Los estudios sugieren que los resultados óptimos se registran entre el 10% y 20 %.
Tiene un inconveniente: su inestabilidad en contacto con el oxígeno del aire, ayudando así a oxidarse.
La forma más pura es el L-ácido ascórbico, y luego hay muchos derivados en forma de ascorbil glucósido, palmitato de ascórbico, ascorbil fosfato de magnesio… que son más estables pero menos activos y pueden irritar más.
Se pueden combinar con otros activos para aumentar la penetración de la vitamina c y potenciar su eficacia, por ejemplo, con ácido glicólico. O también con ácido ferúlico y vitamina E como antioxidantes.
Las famosas ampollas de cristal vienen combinadas con proteoglicanos que le aporta un gran poder de hidratación.
RETINOL
Hay que saber emplearlo y cuando y en qué tipo de piel.
Es el activo de referencia contra los signos de envejecimiento prematuro.
La forma más activa es la tretinoína o ácido retinoico. Necesita una receta médica y valoración por el profesional, ya que es irritante y no todas las pieles lo toleran.
Lo que se vende en farmacia son “precursores del ácido retinoico”, como el retinol o el retinil palmitato. Son menos sensibles y nuestro consejo es usarlo siempre de forma escalonada, empezando con días alternos y, cuando la piel lo tolere bien, usarlo todas las noches diariamente.
IMPORTANTE:
1.- No usar exfoliantes ni queratolíticos (tratamientos para el acné) al mismo tiempo.
2.- El tónico o limpiador facial no debe contener alcohol (0% alcohol).
DMAE: DIMETILETANOLAMINA.
Efecto tensor y reafirmante de la piel.
Incrementa el tono muscular, ejerciendo un efecto lifting, y aumenta la síntesis de colágeno, mejorando la hidratación y elasticidad del estrato córneo.
Un gran aliado es combinarlo con silicio orgánico, una molécula en alza por su capacidad de reestructurar el tejido conjuntivo, ya sean cicatrices o arrugas.
Si lo combinamos con vitamina C, obtenemos mayor resultado gracias al efecto sinérgico.